Piero Pioppo celebra su primera Eucaristía pública coincidiendo con la Inmaculada Concepción

El nuevo nuncio apostólico acreditado ante el Principado de Andorra y España, monseñor Piero Pioppo, celebró este domingo su primera Eucaristía pública coincidiendo con la solemnidad de la Inmaculada Concepción, fiesta profundamente arraigada tanto en España como en Andorra.

La celebración tuvo lugar en la Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid, donde Pioppo expresó un mensaje de unidad espiritual y renovación para todos los territorios bajo su nunciatura.

El diplomático italiano dirigió un “saludo muy respetuoso” a los Reyes de España, a las autoridades civiles y eclesiásticas, y transmitió la “bendición y el cariño” del Papa León XIV.

La Inmaculada, “garantía de la gracia”

En su homilía, Pioppo destacó la figura de la Madre de Dios como “cima de la gracia de Dios” y como signo de esperanza para un mundo que —afirmó— “necesita paz, diálogo y afecto recíproco”. 

De hecho, subrayó que, aunque la naturaleza humana parezca insuficiente para alcanzar estos ideales, “es posible, por la gracia de Dios”, construir una sociedad más justa y solidaria.

“La Santísima Virgen es la garantía de que esta gracia destinada a transformarnos también es para nosotros.”
— Piero Pioppo, nuncio apostólico

Una misión que también abarca Andorra

Aunque su primera celebración pública fue en Madrid, su función diplomática y pastoral incluye plenamente el Principado de Andorra, donde el nuncio actúa como representante permanente del Vaticano ante el copríncipe episcopal, Josep Lluís Serrano Pentinat, y las instituciones andorranas.

Agradecimientos, recuerdos y un homenaje personal

Al finalizar la celebración, Pioppo agradeció la “acogida tan amable” y pidió oraciones por su nuevo servicio pastoral y diplomático. De manera emotiva, dedicó la misa a sus formadores españoles y, especialmente, a su predecesor, el cardenal Luigi D’Adallio, a quien definió como “un gran nuncio en tiempos difíciles”.