La CEA reivindica los mecanismos para controlar que los cuenta propia desarrollan una actividad económica real

El director de la Confederación Empresarial Andorrana (CEA), Iago Andreu, ha abordado en declaraciones a La Veu Lliure el debate sobre las cuotas de inmigración por cuenta propia, subrayando que se trata de un mecanismo necesario dentro del ordenamiento económico y social del país, pero que es necesario “más rigor” para asegurar que se utiliza con la finalidad para la que fue creada.

“Las cuotas no son nuevas, pero el debate es necesario”

El director de la CEA ha situado el debate actual en el contexto de la Ley para el Crecimiento Sostenible y el Derecho a la Vivienda, aprobada hace un año, durante la cual se decidió que la cuota de trabajadores por cuenta propia dejaría de renovarse automáticamente.

“Es una decisión que no es excepcional: con otras cuotas, como las de temporada o las de residencia y trabajo, también ocurre que, cuando se agotan, hay que esperar hasta el año siguiente”, ha explicado.

Aun así, Andreu reconoce que esta situación abre un debate más amplio sobre el crecimiento económico y demográfico de Andorra.

“Todos somos conscientes de que el crecimiento tiene límites. Hay que ser selectivos e incentivar aquel crecimiento que aporte más valor”

En este sentido, ha advertido que no se debería frenar una modalidad de residencia como la de trabajo por cuenta propia, “pensada para personas emprendedoras que vienen a desarrollar un proyecto empresarial o profesional, a menudo con proyección exterior”. “Es un perfil de residente que al país le interesa y que, por tanto, debe mantenerse”, ha insistido.

Más verificación para garantizar la actividad económica real

Iago Andreu ha defendido que el objetivo debe ser garantizar que esta cuota se utiliza correctamente, es decir, que las personas que obtienen la autorización realmente desarrollan una actividad económica en el país.

“Hay que ser más exigentes a la hora de verificar que estas personas son empresarios, emprendedores o profesionales que vienen a trabajar por cuenta propia. Lo que no debería pasar es que se utilice esta modalidad para evitar la inversión de una residencia sin actividad económica, las llamadas residencias pasivas”, ha explicado.

En este sentido, ha alertado de que si parte de los nuevos residentes por cuenta propia hacen un uso instrumental de su sociedad únicamente para obtener la residencia, “el país se hace un flaco favor”. Por ello, ha considerado necesario continuar reforzando los mecanismos de control y aplicarlos con rigor.

“Sabemos que el Gobierno ya dispone de herramientas para verificar estos casos y que, de hecho, en los últimos años esta situación ya se ha ido corrigiendo”, ha asegurado.

De hecho, el director de la CEA ha recordado que la legislación reciente ha incorporado mecanismos para evitar el caso contrario: personas que utilizan de forma improcedente la cuota de residencia y trabajo para después pasar a trabajar por cuenta propia y eludir el depósito obligatorio de 50.000 euros. 

“Eso ocurría hace unos años, pero ahora se ha ido corrigiendo y el Gobierno dispone de instrumentos para controlarlo”, ha añadido.

“Ser selectivos, pero sin desincentivar el talento”

Finalmente, Iago Andreu ha subrayado la importancia de encontrar un equilibrio entre la selectividad y la competitividad del modelo económico andorrano.

“Debemos ser capaces de discernir y ajustar mejor las cuotas, pero sin desincentivar la llegada de talento y de iniciativas empresariales que aporten valor añadido al país”, ha concluido.