DIRECTO | “El crecimiento económico impulsa el crecimiento urbanístico, no al revés”
Els cònsols exposaran propostes sobre l'habitatge i el creixement
Los cònsols de todas las parroquias han comparecido de manera conjunta para exponer una posición común en relación con la futura Ley del Suelo —conocida popularmente así— y reivindicar el papel determinante de los comunes en la ordenación urbanística del país. El cònsol mayor de Canillo, Jordi Alcobé, ha sido el encargado de presentar la intervención, subrayando que los siete comunes se expresan con “una sola voz”.
Alcobé ha remarcado que, aunque hasta ahora han declarado entidades, asociaciones y diversas personalidades, “todas ellas muy legítimas, necesarias y oportunas”. Ha recordado que hace más de 25 años que los comunes asumen esta tarea, incluyendo la concesión y la suspensión de licencias urbanísticas.
El dirigente canillense ha insistido en que la comparecencia no debe interpretarse en clave parroquial: “Hoy no comparece el cònsol de Canillo, ni el de La Massana, ni el de Ordino. Hoy comparecen los siete cònsols de Andorra en un proyecto común”. Todos ellos, ha dicho, comparten el diagnóstico y las propuestas para avanzar hacia un modelo de crecimiento “más armonioso, más integrado y más sostenible”.
Alcobé también ha agradecido especialmente el trabajo de la cònsol mayor de Encamp, quien “durante casi dos noches” ha coordinado la documentación para unificar la presentación expuesta hoy —una tarea que, ha reconocido, es compleja teniendo en cuenta las agendas de los cònsols.

“No debemos confundir el carro y los bueyes”
Durante la comparecencia conjunta, Alcobé ha profundizado en la idea de que el desarrollo urbanístico del país es una consecuencia directa del dinamismo económico y social. “No debemos confundir el carro y los bueyes”, ha remarcado. Según el cónsul, la llegada de nuevos residentes —tanto activos como pasivos—, el aumento de trabajadores y la apertura de nuevos negocios son los factores que generan la necesidad de vivienda y de nuevos espacios comerciales.
Alcobé ha explicado que este proceso tiene un “triple impacto”: social, turístico y territorial. “Según qué urbanismo tengamos, tendremos un tipo de sociedad, un tipo de turismo o un tipo de integración paisajística”, ha afirmado, subrayando la relevancia del debate sobre la futura Ley del Suelo.
El cònsol ha insistido en que todos los actores del país —tanto quienes generan demanda como quienes regulan la oferta urbanística— forman parte del mismo ecosistema. En este sentido, ha querido recordar el marco competencial vigente: “La Constitución del 93 otorga a los comunes la competencia en materia de urbanismo. La Ley de Competencias y la Ley General de Urbanismo del año 2000 concretan aún más este reparto”.
Unidad nacional en el urbanismo
Alcobé ha detallado que la mayor parte de las funciones urbanísticas —planes parciales, aprobación de nuevos núcleos, licencias de obra, reparcelaciones u obras mayores y menores— recaen sobre los comunes. El Gobierno, por su parte, mantiene competencias como la gestión de los recursos naturales, las infraestructuras sectoriales o la protección del patrimonio cultural.
“Debemos ir alineados”, ha señalado dirigiéndose a los consejeros y consejeras de la comisión parlamentaria. “El urbanismo debe entenderse como un todo. No se puede trabajar en parcelas separadas”. Alcobé ha celebrado que el Consell General “lidere la iniciativa” de la reforma legislativa y que integre al Gobierno y a los comunes en un único espacio de trabajo: “Somos los actores principales del urbanismo del país”.
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