El Acuerdo de Asociación, la vía de la UE para eliminar el efectivo también en Andorra

La Unión Europea ha establecido que todos los Estados miembros deberán adaptar sus cajeros automáticos antes de 2030 para cumplir los requisitos de accesibilidad previstos en la Directiva (UE) 2019/882. 

En España, los bancos ya están obligados a aplicar los nuevos criterios en los cajeros instalados desde el pasado mes de junio, y tienen hasta junio de 2030 para renovar toda la red. Las entidades que no cumplan se exponen a sanciones dictadas por Bruselas.

Estos cambios se han incorporado al ordenamiento español a través de la Ley 11/2023, que fija los requisitos de accesibilidad universal para diversos productos y servicios, incluidos los cajeros automáticos. 

El objetivo es garantizar que las personas con discapacidad y las personas mayores puedan utilizarlos de manera autónoma y segura.

¿Qué implica esto para Andorra?

Actualmente, Andorra no está obligada a aplicar esta normativa europea. Sin embargo, si el país aplica el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, la situación cambiaría de forma significativa: Andorra tendría que incorporar todas las directivas europeas vigentes, incluida la Directiva (UE) 2019/882. En caso de conflicto de interpretación o aplicación, la última instancia decisoria sería el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

Esto situaría también al sistema bancario andorrano dentro del marco normativo europeo en materia de accesibilidad, infraestructura y servicios de efectivo, con cambios técnicos que ahora mismo no son obligatorios en el Principado.

Un posible cambio de modelo

Los requisitos impuestos por Bruselas forman parte de una tendencia más amplia encaminada a modernizar los servicios bancarios y, en paralelo, reducir la dependencia del dinero en efectivo. 

En un contexto en el que Andorra ha mantenido hasta ahora un modelo propio, el Acuerdo de Asociación supondría un cambio sustancial en la manera de regular e implementar toda la infraestructura financiera.

Los cambios que se aplican actualmente en el resto de Estados miembros son un ejemplo claro de cómo las directivas europeas pueden transformar los servicios de efectivo. 

Por ello, el debate sobre el impacto real del Acuerdo de Asociación sigue abierto, especialmente en lo relativo a la soberanía legislativa y al control del sistema bancario.

El euro digital en 2029

El Banco Central Europeo prevé el lanzamiento completo del euro digital en 2029, tras el visto bueno definitivo del Parlamento Europeo. No sustituirá al efectivo, sino que funcionará como un monedero digital integrado en el móvil o en la aplicación bancaria.

Los ciudadanos deberán abrir una cuenta gratuita en euros digitales, con un límite máximo de saldo —previsto en torno a 3.000 euros— para evitar fugas masivas de depósitos bancarios. Sin embargo, no habría límite para pagar o realizar transferencias.

Una de las grandes novedades será la posibilidad de efectuar pagos offline y transferencias acercando dos dispositivos. Los comercios estarán obligados a aceptar el euro digital y pagarán una tasa por operación, aunque inferior a la de Visa o Mastercard.

Los pagos serán anónimos para el BCE, pero las operaciones podrían dejar rastro en el circuito bancario cuando se realicen a través de una entidad financiera.

El coste de desplegar esta nueva infraestructura se estima entre 4.000 y 5.800 millones de euros, que deberá asumir en gran parte el sector bancario europeo. El BCE realizará pruebas piloto en 2027 e insta a acelerar la aprobación legislativa para iniciar el proyecto.