Extraditado a Andorra un hombre detenido en Armenia por robos de joyas valoradas en más de 30.000 euros
La Policía andorrana lo considera un delincuente profesional vinculado a una organización criminal activa en Europa
Este viernes ha llegado a Andorra un hombre de 43 años, no residente en el país, tras hacerse efectiva su extradición desde Armenia. El individuo fue detenido en julio del año pasado y estaba reclamado por la justicia andorrana como presunto autor de diversos delitos contra el patrimonio.
Según la Policía de Andorra, la Batllia había emitido una orden internacional de detención, difundida a través de INTERPOL, después de que una investigación lo relacionara con un robo cometido en 2019 en una joyería del Principado. En ese primer episodio, el hombre habría sustraído un anillo valorado en más de 8.000 euros mediante un método de distracción, sin recurrir a la violencia ni a la intimidación.
Un año después, en 2020, el sospechoso habría regresado al país, esta vez acompañado por un colaborador. De acuerdo con la policía, durante esa visita intentó sustraer joyas en varios establecimientos: un reloj valorado en unos 21.000 euros, unas perlas de aproximadamente 1.400 euros y unos gemelos de unos 500 euros. Ninguna de las tentativas llegó a consumarse, pero todas siguieron el mismo patrón de distracción para intentar llevarse las piezas.
Orden de 2021
La investigación permitió identificarlo y vincularlo tanto al robo de 2019 como a los intentos de 2020. En 2021 se activó formalmente la orden internacional de detención.
La policía lo considera un delincuente profesional, perteneciente a una organización criminal activa a nivel europeo. Además, acumula antecedentes penales tanto en su país de origen como en varios países de Europa, donde habría participado en robos con violencia.
Desde su detención en Armenia, permaneció en prisión preventiva hasta que esta semana agentes de la Oficina Central Nacional de INTERPOL Andorra y de la Unidad de Intervención Técnica lo trasladaron al Principado en coordinación con las autoridades policiales, judiciales y diplomáticas competentes. Ahora queda a disposición de la Justicia andorrana.
