Indiferencia de los chóferes de lujo ante la llegada de Uber a Andorra

Las empresas de transporte de lujo no ven a Uber como una competencia. Según fuentes del sector, lo que prioriza el cliente de este tipo de servicio es la fidelidad, el confort y la confianza. “Uber enviará a una persona diferente cada día” y, por lo tanto, “se pierde ese trato humano”, explican.

“No es lo mismo que vayas a un comercio de toda la vida, al que estás acostumbrado, donde te conocen a ti y a tu familia, que ir a comprar a una gran superficie”, añaden.

Por el contrario, las fuentes consultadas sí consideran que la llegada de Uber puede ser una competencia para los taxistas urbanos, una postura que difiere de la hecha pública el lunes por la ATA y la ATI, tras la reunión que ambas asociaciones mantuvieron con el secretario de Estado de Transición Energética, Transportes y Movilidad, David Forné, quienes lo ven más como una incertidumbre ante la falta de normativa.

Compromiso del Govern con el sector del taxi

En primer lugar, porque “hay muchas horas del día en las que no dan cobertura ni servicio, y a veces la gente busca taxis y no encuentra”; y en segundo lugar, porque “en Andorra les darían las licencias gratuitamente”, mientras que, por ejemplo, en Barcelona “hay que comprarlas” y “pueden llegar a costar unos 100.000 euros”.

“Es como que los taxistas sí tienen que pagar sus tasas al Gobierno”, mientras que Uber “puede ir allí y solicitarlas”, señalan.

“Ellos tienen precios dinámicos. Son empresas privadas. Los taxistas tienen un precio regulado por taxímetro. Uber no está regulado. Su precio, cuanto mayor es la demanda, más sube”, valoran.