Los estudiantes de Encamp depositarán los móviles en cajas custodiadas durante el horario escolar

Aunque los teléfonos móviles están prohibidos en el sistema educativo andorrano, desde el Ministerio de Educación reconocen que aún hay situaciones que pueden “escaparse”, por lo que se trabaja en medidas que permitan reforzar el control de aquello que ya está prohibido por normativa.

En el marco de estas acciones, y por iniciativa del centro de enseñanza secundaria de Encamp, se ha puesto en marcha una prueba piloto que, si ofrece buenos resultados, podría extenderse al resto de centros del sistema educativo. La prueba consiste en que los alumnos deben dejar sus teléfonos en una caja fuerte al entrar a la escuela. Una vez termina la jornada escolar, pueden recuperarlos para volver a casa.

Según explicó el secretario de Estado de Educación, Josep Anton Bardina, la escuela “ha decidido” llevar a cabo esta iniciativa tras hablar con las familias, que —según destacó— están “encantadas” con la propuesta.

Se dispondrá de 21 cajas, una por cada aula, donde cada alumno depositará su móvil apagado. Los dispositivos serán custodiados por la conserjería hasta el final del horario lectivo.

La directora del Departamento de Inspección, Calidad Educativa y Recursos Humanos del Ministerio de Educación, Eugènia Duró, subrayó que esta medida “fomenta y promueve la buena convivencia”, al mejorar la comunicación y la interacción entre el alumnado. Además, Bardina añadió que se refuerzan los espacios comunes, como los patios, con un enfoque más pedagógico.

La prueba se llevará a cabo durante este trimestre y, si funciona, se planteará una implementación más amplia después de las vacaciones de Navidad, respetando siempre la autonomía de cada centro.

Más allá del sistema andorrano, cabe destacar que los sistemas español y francés también mantienen prohibiciones similares, y que se prevé impulsar una mesa de reflexión conjunta para abordar posibles actuaciones coordinadas.

Firma: M. F.