Naudi defiende las torres: “Con altura dejamos más espacio para la vida en la calle”
El conseller de CC ha subrayado que la clave no es la superficie construida, sino cómo se distribuye el espacio urbano
El debate sobre la proliferación de torres en Andorra vuelve al centro de la agenda política y urbanística. El presidente de Ciutadans Compromesos, Carles Naudi, ha defendido este modelo constructivo, asegurando que no supone más metros edificados ni un aumento de la especulación inmobiliaria.
En declaraciones a La Veu Lliure, Naudi subrayó:
“No hay más metros edificados de los que habría en un edificio de manzana normal”, destacando que las torres permiten liberar espacios a pie de calle, con calles más amplias y aceras más grandes. Según él, esto genera una ciudad más habitable y con más vida en la calle, aunque se sacrifique altura.
Naudi añadió:
“Donde antes había una acera de dos metros, ahora hay cinco o seis”, y aseguró que cuando los proyectos estén completados se percibirá una sensación de apertura y más luz natural en las zonas urbanizadas.
No obstante, reconoció que defender las torres públicamente puede generar críticas, pero reiteró que prefiere crecer en altura y dejar espacios disponibles para la población.
Rosa Gili propone una mesa de trabajo para frenar las torres
Paralelamente, la síndica mayor de Escaldes-Engordany, Rosa Gili, ha propuesto la creación de una mesa de trabajo conjunta con el Gobierno —y, si es necesario, también con el Consejo General— para analizar cómo se puede frenar la proliferación de torres en el país. La propuesta llega en un contexto de rechazo social y político a este modelo urbanístico, según informó RTVA.
Según Gili, este tipo de construcciones genera una fuerte oposición entre la ciudadanía y la clase política, por lo que defendió la necesidad de concentrar esfuerzos para evitar que se construyan más. La síndica abrió la puerta a un espacio de trabajo institucional que permita explorar vías legales y urbanísticas para limitar las edificaciones.
La iniciativa de Gili llega después de las declaraciones del portavoz del Gobierno, Guillem Casal, quien afirmó que la síndica había contado con herramientas para frenar los proyectos.
Gili rechazó esta afirmación, recordando que las torres son una herencia de decisiones de gobiernos anteriores y que el margen de maniobra del común es muy limitado.
A pesar de los cambios introducidos en el plan urbanístico de 2023, la síndica reconoció que no han sido suficientes para revertir completamente la dinámica existente y que todavía hay nuevos proyectos en trámite.
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