La vía del segundo pilar para garantizar las pensiones en Andorra

El sistema de pensiones de Andorra entra en una fase decisiva de reforma. El número de pensionistas ha crecido un 4,8% respecto a 2024, y la relación actual es de 2,97 trabajadores por cada pensionista, todavía por encima de países como España y Francia, pero lejos del umbral óptimo de sostenibilidad de 4 a 1.

Andorra busca asegurar la estabilidad del sistema de pensiones a largo plazo mediante la introducción de un segundo pilar de capitalización individual, que complementará el modelo actual de reparto.

¿Qué es el segundo pilar de pensiones?

El segundo pilar consiste en un sistema de previsión social complementaria basado en aportaciones individuales que se capitalizan durante la vida laboral.

Los trabajadores, con el apoyo de empresas y la gestión pública, podrán construir un fondo propio que se sumará a la pensión pública del primer pilar. Esto permitirá aumentar la seguridad financiera de los jubilados y reducir la presión sobre el sistema público.

Inspiración en el modelo suizo

El modelo suizo de Previsión Profesional sirve como referencia. Este sistema ofrece prestaciones de jubilación, viudedad, orfandad e invalidez, y permite que las empresas amplíen las condiciones mínimas establecidas por la ley. Algunos trabajadores pueden tener más de una cuenta o capital, según las cotizaciones obligatorias o voluntarias.

El sistema suizo se basa en tres pilares —público, profesional y privado—, que combinan reparto y capitalización, diversifican riesgos y aseguran que los jubilados ingresen aproximadamente un 60% de su salario previo. 

La pensión estatal cubre solo entre un 16% y un 31% del salario medio, mientras que el resto se complementa con ahorro obligatorio y voluntario, garantizando la solidez del sistema frente a crisis y envejecimiento poblacional.

Opinión de los partidos y líderes políticos

Representantes de Demòcrates per Andorra y Andorra Endavant señalan que el objetivo es avanzar hacia un modelo mixto, con cuentas individuales para cada trabajador pero manteniendo mecanismos de solidaridad para evitar desigualdades.

Por su parte, Cerni Escalé, presidente de Concòrdia, advierte que el sistema de pensiones está en situación crítica y que, sin una reforma estructural, podría entrar en déficit en menos de ocho años. Según Escalé, el modelo actual funciona como un “esquema Ponzi”, donde los nuevos cotizantes financian las pensiones de los jubilados actuales, generando desigualdad intergeneracional.

Medidas paramétricas y sostenibilidad

Además de las reformas estructurales, se estudian medidas paramétricas como:

• Incremento de las cotizaciones

• Prolongación progresiva de la edad de jubilación

• Definición de topes máximos y mínimos de pensiones

Jordi Jordana, presidente del grupo parlamentario Demòcrates per Andorra, afirma: “Ahora se trata de centrarnos en preparar el texto con las líneas que creemos adecuadas”, tras varias conferencias técnicas sobre modelos posibles.

Las pensiones en cifras

Según la CASS, los ingresos por cotizaciones destinados a la rama de jubilación han crecido un 7,8%, sumando 107,5 millones de euros, con aportaciones adicionales de 3 millones de euros de prestaciones económicas y 3,5 millones transferidos por el Gobierno para pensiones no contributivas.

Los gastos en pensiones de jubilación han aumentado un 12%, con las pensiones contributivas ascendiendo a 90,5 millones de euros (+12,6%), mientras que las pensiones no contributivas han bajado ligeramente a 3,5 millones de euros (-2%).

El número de pensionistas ha crecido un 4,8% respecto a 2024, hasta 18.027 personas, de las cuales 16.319 son de jubilación y 3.587 de viudedad (incluyendo 75 temporales). La tasa de dependencia se mantiene en 2,97 asegurados activos por cada pensionista, ligeramente inferior a la del año anterior.