Un autónomo que gana 60.000 euros puede ahorrar más de 20.000 en impuestos en Andorra

Andorra se ha consolidado como un destino atractivo para autónomos y profesionales con ingresos elevados gracias a su sistema fiscal competitivo. El Principado aplica un IRPF máximo del 10 %, exime a las personas con rentas inferiores a 24.000 euros y no grava Patrimonio ni Sucesiones, lo que permite a un autónomo con un salario anual de 60.000 euros ahorrar más de 20.000 euros respecto a España.

Según Laia Bassols, fiscalista socia de WIT Andorra, el modelo fiscal andorrano combina impuestos moderados, normas claras y transparencia internacional, garantizando la sostenibilidad de las finanzas públicas. Esta política ha atraído grandes patrimonios, profesionales digitales y creadores de contenido, que pueden retener una parte significativa de sus ingresos y patrimonio.

No obstante, los beneficios fiscales no siempre compensan los costes. El precio de los alquileres se ha disparado, superando los 20 euros por metro cuadrado en los contratos nuevos, lo que dificulta el acceso a la vivienda para la clase media local. Además, los requisitos para obtener la residencia, como la inversión mínima de 600.000 euros para residentes pasivos, y los ajustes en el IRPF y Sociedades para limitar la especulación, obligan a los nuevos residentes a una planificación financiera cuidadosa.

En conjunto, Andorra ofrece un ahorro fiscal significativo para rentas altas, mientras que para las rentas medias, el ahorro es menor, con diferencias que oscilan entre 4.000 y 5.000 euros anuales una vez considerados el alquiler y otros costes de vida. La política fiscal vigente busca atraer capital y talento, pero al mismo tiempo controla los efectos sobre el mercado inmobiliario y la sostenibilidad interna del país.