"Andorra necesita más consumidores de alto poder adquisitivo e impulsar ubicaciones premium"

Andorra se enfrenta al reto de atraer marcas de lujo de primer nivel, especialmente en sectores donde su presencia todavía es limitada. Los expertos del sector destacan que garantizar un flujo constante de consumidores con poder adquisitivo suficiente es clave para sostener el mercado de lujo, y que es fundamental diferenciar entre compradores residentes y visitantes, pues cada grupo presenta patrones de compra muy distintos.

Mercados con presencia consolidada

En el país, ciertos sectores de lujo ya cuentan con representación estable. En joyería y relojería, marcas como Rolex, Panerai, Cartier o Hublot están presentes, ofreciendo productos de alta gama dentro del segmento premium. Sin embargo, el lujo consolidado y ultra alto, representado por firmas como Patek Philippe, Audemars Piguet o Richard Mille, apenas tiene presencia, ya que las concesiones locales han desaparecido con el tiempo. En el sector de automóviles, se comercializan marcas premium como BMW, Mercedes, Porsche o Audi, mientras que Ferrari, Aston Martin o Bentley existen principalmente mediante importación, sin concesiones locales ni venta oficial.

Sectores emergentes y oportunidades

Otros sectores como la electrónica high-end han comenzado a consolidarse con la llegada de marcas como Bang&Olufsen, y la alimentación de lujo se encuentra dirigida principalmente a residentes. No obstante, el segmento más limitado sigue siendo la moda y los complementos de lujo, donde apenas se percibe la presencia de grupos internacionales como LVMH y Kering, que agrupan marcas icónicas como Louis Vuitton, Dior, Fendi, Gucci, Bottega Veneta, Loewe o Brioni. Según los analistas, esto se debe en parte a hábitos locales: la funcionalidad y comodidad de la vestimenta suelen prevalecer sobre la elegancia, lo que limita los tickets de compra y la demanda de estos productos.

Estrategias para atraer marcas internacionales

Para superar estos desafíos, los expertos coinciden en que es necesario incrementar el poder adquisitivo del visitante de alto nivel, mejorando la oferta de servicios turísticos y hoteleros, así como garantizar ubicaciones de primer nivel para las tiendas y condiciones comerciales atractivas para las marcas. Además, se debe asegurar que las operaciones locales no compitan con franquicias en la Unión Europea y fomentar la formación del personal local para atender a clientes con altos estándares de servicio.

El factor fiscal también es determinante. El IVA en el país de residencia del comprador puede reducir la ventaja competitiva de Andorra frente a otros mercados europeos, afectando la atracción de compras de lujo. Con una estrategia clara basada en segmentación de clientes, servicios de alta calidad y condiciones favorables para las marcas, Andorra tiene el potencial de consolidarse como un destino de lujo internacional, combinando productos exclusivos con experiencias únicas y de alto nivel.