"La influencia latina está ganando cada vez más peso en la música electrónica"
Entrevista a Anthony Godfather
Por primera vez en Andorra, Anthony Godfather, el joven DJ y productor madrileño considerado el padre del «latin tech», llega con su innovador sonido que fusiona bases electrónicas underground con ritmos y vocales latinas.
Con solo 27 años, Godfather ha vivido una temporada intensa en Ibiza, que le ha permitido evolucionar creativamente y consolidar su estilo, pensado para acercar la electrónica a un público más amplio sin perder la esencia del underground.
En esta entrevista, comparte sus expectativas para su debut en L’Abarset durante Nochevieja, su visión sobre la escena local, la filosofía detrás de su evento Cacao —un espacio de libertad y conexión—, y cómo su sonido ha evolucionado hacia un Latin Tech más personal y sofisticado. Además, ofrece su mirada al futuro de la música electrónica y cómo la influencia latina seguirá marcando tendencia en 2026.

Por primera vez en Andorra. ¿Qué expectativas tiene del público y de la escena local? ¿Qué te parece interesante de Andorra para estos eventos junto a l'Abarset?
No voy con expectativas preconcebidas porque, sinceramente, todavía no conozco al público de Andorra. Nunca he estado allí, así que prefiero ir con la mente abierta.
Aun así, creo que por las fechas —Nochevieja—, el lugar como L’Abarset y todo el contexto de la nieve, el ambiente va a ser muy especial. Es una combinación que invita a vivir la música de otra manera.
Me gustaría poder ver la ciudad Andorra y vivir un poco el ambiente, aunque ya tengo en mente algunos planes más de montaña, como las tirolinas o la telecabina. Esquiar no es lo mío, soy un poco patoso para eso, así que prefiero disfrutarlo de otra manera.
Entre muchos estilos has innovado en el Latin Tech, techno con vocales de reggaetón. ¿Cómo definirías tu genero o estilo y crees que ha podido ayudar a que más público se muestre predispuesto a escuchar electrónica?
Mi estilo es bastante especial y muy identificativo. Parte de bases claramente underground, pero todo está envuelto en un viaje latino con groove, pensado para que sea bailable y accesible, sin perder en ningún momento la esencia de la música electrónica.
Creo que ese enfoque ha ayudado a que más público se acerque a la electrónica sin prejuicios. El uso de vocales, ritmos y sonidos reconocibles hace que la gente se sienta identificada desde el primer momento y no perciba la sesión como algo monótono o distante, sino como una experiencia cercana y con mucho baile.
Vienes de una temporada intensa en Ibiza. ¿Cómo valoras esa experiencia y qué te ha aportado a nivel artístico?
Ibiza, sin duda, es el lugar que más me ha aportado en cuanto a posicionamiento como artista, pero también a nivel creativo. La isla me ha permitido experimentar, probar cosas nuevas y evolucionar sin miedo.
Nada más pisarla se percibe esa aura cultural tan especial que tiene, y para mí es brutal. Es, sin duda, mi sitio favorito para trabajar. Ha sido la mejor experiencia hasta ahora y me sigue sorprendiendo cómo Ibiza se está abriendo musicalmente a nuevos sonidos sin perder su esencia.
Cacao. ¿Qué concepto hay detrás del nombre y qué puede esperar el público de este evento subversivo?
Cacao es un nombre que, además de sonar muy bien, conecta directamente con conceptos latinos y eso encaja mucho con la identidad del proyecto.
El público puede esperar una experiencia intensa: sabes cómo entras, pero no cómo sales. Es un espacio de libertad total, un caos bien entendido donde la gente se suelta, se muestra tal como es y deja salir ese lado más salvaje que normalmente se contiene. Luces bajas, ritmos latinos electrónicos, mucha energía, conexión entre personas… y la sensación de que quien entra, sale habiéndolo pasado muy bien. Es un concepto distinto, pensado para vivirlo más que para explicarlo.
¿Cómo ha evolucionado tu sonido en el último año y hacia dónde cree que se dirige en el corto plazo?
En el último año mi sonido ha evolucionado bastante. Antes estaba más enfocado en un lenguaje quizá más comercial, más fácil de adaptar a todo tipo de públicos. Ahora estoy indagando en territorios más personales y sofisticados, buscando un carácter más definido.
Me interesa mucho trabajar ritmos tribales antiguos, texturas orgánicas y vocales latinas más especiales, que no tienen por qué estar ligadas al reggaetón. Son referencias más profundas, más culturales, que aportan identidad sin necesidad de ser evidentes.
A corto plazo, la idea es posicionarme con más claridad como un artista latino underground, entrar de lleno en ese circuito sin perder la esencia del house. Un sonido verdaderamente underground, pero con momentos que conecten con la gente de forma natural, sin prejuicios y sin forzar lo comercial.
Mirando al futuro, ¿qué tendencias emergentes cree que marcarán la música electrónica en 2026?
Creo que estamos viviendo un momento muy interesante en la música electrónica, donde la influencia latina está ganando cada vez más peso. No se trata solo de un género concreto, sino de cómo ritmos, percusiones y detalles latinos se están integrando de forma natural en muchos estilos electrónicos distintos.
Pienso que esa mezcla va a seguir creciendo en 2026 y más allá. Todavía queda mucho por explorar y por hacer bien, pero sin duda es una de las direcciones más sólidas de futuro.
En ese sentido, me inspiran artistas como Oscar G, The Martinez Brothers o Miguelle & Tons, que han sabido integrar esa energía latina en contextos underground sin perder credibilidad ni esencia electrónica.