EDITORIAL | Espot pincha el globo a la oposición
Artículo de opinión de Joel Picón
Hoy la declaración del cap de Govern, Xavier Espot, ha sido clara: no hay motivos para convocar elecciones anticipadas. Esta afirmación, aparentemente sencilla, adquiere una enorme relevancia en el contexto político actual de Andorra. Durante las últimas semanas, el establishment mediático ha sembrado rumores sobre una posible convocatoria anticipada, vinculando dichas elecciones con el intento de evitar que la ciudadanía vote directamente sobre el acuerdo de asociación con la Unión Europea.
La lógica sería simple: en un contexto electoral, el debate sobre Europa quedaría distorsionado por otras cuestiones nacionales que influyen en unas elecciones generales, pero que no deberían condicionar un referéndum específico sobre el futuro europeo del país.
El efecto de esta maniobra mediática no se ha hecho esperar. Hemos visto movimientos políticos estratégicos: alianzas ya descaradas entre PS y Concòrdia, la reconciliación entre Liberals y Acció, y especulaciones sobre la posible implicación de CC en un bloque de derechas que se enfrente a un bloque de izquierdas y a Andorra Endavant en solitario, pero al menos no mal acompañada.
El cap de Govern ha recordado que cuenta con una mayoría parlamentaria sólida y que no existe ninguna crisis nacional que justifique elecciones anticipadas. La decisión no solo da aire al Ejecutivo, sino que también obliga a la oposición a mover ficha y reorganizar sus estrategias políticas. Es, sin duda, una jugada maestra: Espot asegura al partido un año para recuperar la confianza social y reforzar su posición, al tiempo que se proyecta como un dirigente que domina el tablero político antes de la retirada.
En paralelo, se anticipan movimientos importantes a nivel internacional. Se prevé que San Marino aplique de manera provisional el acuerdo de asociación con la UE esta primavera. Por coherencia normativa, es lógico esperar que Andorra siga un cronograma similar, dada la uniformidad del acuerdo marco. Esto implica que cualquier modificación en la negociación o implementación del acuerdo será conocida y compartida, y que el país debe estar preparado para adaptarse a cambios normativos y operativos.
Entre las hipótesis más delicadas, es necesario contemplar escenarios como la implementación del entry-exit system o controles fronterizos sistemáticos. Estas medidas, además de afectar directamente a la movilidad, podrían convertirse en un instrumento político utilizado por quienes apoyan el acuerdo europeo, creando situaciones de presión sobre la población y condicionando debates futuros.
La lectura clara de los movimientos de Espot y del tablero político andorrano muestra un patrón: el cap de Govern actúa con previsión, fuerza la reconfiguración de sus rivales y protege los intereses estratégicos de Demòcrates. Mientras algunos se precipitan a especular sobre elecciones o crisis políticas, Espot reafirma su autoridad y marca el ritmo de la política andorrana, demostrando que, incluso en un contexto complejo, la prudencia y la estrategia bien calculada definen el rumbo del país.