"En la medida que pueda Andorra debe seguir el mismo camino que hasta ahora"
Entrevista a Miguel Anxo Bastos

Miguel Anxo Bastos, economista y politólogo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), ofrece en esta entrevista su visión crítica sobre la intervención estatal en la economía y la educación financiera. Conocido por su estilo directo y por su enfoque anarcocapitalista, Bastos defiende que muchas empresas calificadas como “estratégicas” por los gobiernos podrían operar con mayor eficiencia si se aplicaran principios de mercado.
Además, reflexiona sobre los obstáculos culturales que dificultan la adopción de sistemas basados en libertad individual y mercados libres, subraya la importancia de la educación financiera voluntaria para fomentar la responsabilidad económica y analiza cómo políticas como la renta básica o las subvenciones pueden desviar capital que podría impulsar la iniciativa privada.
Finalmente, comenta la situación particular de Andorra ante el Acuerdo con la UE, aconsejando prudencia y adaptación de las directivas europeas al contexto local.
Usted critica la intervención estatal en la economía. ¿Cree que los gobiernos actuales están desperdiciando recursos al intentar “controlar” sectores estratégicos, y cómo podrían los mercados resolver estos problemas de manera más eficiente?
La definición de una empresa como estratégica o no es una cuestión más política que económica. Casi siempre una empresa se define como estratégica porque los gobiernos así lo deciden y dejan de serlo por las mismas razones. Durante mucho tiempo la minería del carbón se consideró sector estratégico, subvenciones incluidas, y hoy se ve como algo a extinguir. La producción de electricidad es estratégica, peor no la producción de vestidos. La defensa puede serlo, pero como bien explican los autores de la escuela de Copenhague muchas industrias pueden securitizarse y ser consideradas esenciales para la defensa. Otras industrias pueden ser estratégicas para un territorio determinado, como la del juguete en determinadas zonas españolas. Estratégica es la industria o sector económico que el estado decide proteger y la mayoría de ellas podrían ser justificadas en esos términos. Por tanto los problemas económicos de esas empresas son los mismos que cualquier otra y responden a los mismos principios. Pero incluso si queremos garantizar la existencia de alguna de ellas lo mejor sería dejarlas operar con los principios del mercado. No faltan galletas, lápices o tomate frito en los mercados, por lo que no hay ninguna razón que falten los productos o servicios estratégicos de seguir esos mismos principios.
En su opinión, ¿cuál es el principal obstáculo para que sociedades modernas adopten sistemas basados en libertad individual y mercados libres, sin depender tanto de impuestos y burocracia estatal?
En primer lugar porque no son aceptados por estas sociedades. Los sistemas privatizados son vistos como algo que beneficia a los ricos, mientras que los públicos serían de todos y estarían al servicio de toda la sociedad. Son principios en los que la mayoría de nosotros fuimos educados y es difícil asumir lo contrario salvo que se estudie con calma. Peor como es normal la mayor parte de la población no tiene porque entender la lógica de funcionamiento de los servicios públicos y privados, porque es algo que requiere tiempo y acceso a conocimiento especializado. Como es normal, aún estando disponibles los materiales gratis en abierto, muchas personas no saben de estas ideas pues se dedican a otras profesiones o tienen otros intereses. De haber un fallo sería el nuestro, por no ser capaz de explicar bien estos puntos y por lo menos conseguir que las personas discutan sobre ellos. Normalmente nos centramos en argumentos económicos y descuidamos otras formas de conocimiento como la literatura, el arte, la historia o otras ciencias sociales que deberían servir para explicar estos puntos. Tampoco esto quiere decir que tengan porque aceptarlos, pero por lo menos deberían conocerse para poder dialogar sobre ellos. Obviamente los estado tampoco usan sus medios, como escuelas o medios de comunicación, para dar una visión positiva de ellos. Normalmente ignoran los argumentos contrarios, no los combaten, lo que sería una postura muy inteligente por su parte, de ser deliberada. También se da el caso de muchos defensores teóricos de los servicios públicos que sólo conocen parcialmente estas ideas. Difundir más y sobre todo mejor debería ser nuestra postura.
La educación fiscal y económica suele ser limitada. Desde su perspectiva, ¿cómo se podría formar ciudadanos que entiendan la importancia del ahorro, la inversión y la responsabilidad financiera personal sin depender del Estado?
La labor de educación financiera ya es una de las principales ocupaciones de los divulgadores liberales, en todas sus variantes. . Y se ha mejorado mucho en los últimos años. Creo que nunca se estuvo mejor al respecto, por lo menos en cuanto a educación formal y sistemática. Yo no cambiaría gran cosa ahí, sólo continuar con lo que ya funciona bien. No soy especialmente partidario de que se enseñen obligatoriamente en las escuelas. En todo caso en talleres voluntarios. Podría ser incluso contraproducente, pues al ser obligatorias se podría suscitar animadversión entre los jóvenes. Ahora hay muchos que abordan de forma libre y entusiasta estos estudios.
Muchos debates contemporáneos, como la renta básica o las pensiones, se centran en intervenciones estatales masivas. ¿Cree que estas políticas reducen la iniciativa individual y la innovación empresarial?
El problema de las subvenciones y rentas básicas no es tanto que minen el espíritu emprendedor, aunque bien pueden hacerlo, pues quien tiene ese tipo de espíritu acaba manifestándolo. El problema es que deriva el poco capital existente, ahorros, hacia la financiación vía impuestos o deuda pública de estas medidas políticas. Dejan por tanto a los emprendedores sin el capital necesario que podría financiar sus proyectos, y por lo tanto su capacidad se ve muy reducida.
Los últimos años se han congestionado algunos servicios públicos o se ha encarecido la vivienda especialmente más que en otras zonas europeas en Andorra por su crecimiento económico notable, ¿Cómo cree que debe Andorra actuar ante una situación tan particular teniendo en cuenta que podría tener que acoger pronto las directivas europeas por el Acuerdo con la UE?
Desde fuera y sin meterme en cuestiones de otros países, pienso que deberían debatir si les compensa o no adoptar las medidas transitorias. Desconozco cuales el grado de compromiso que tienen con ellas, pero en la medida que puedan deberían seguir el mismo camino que hasta ahora, que fue lo que les permitió alcanzar el elevado desarrollo con que cuentan en la actualidad. Quizás definir un poco como les va a los países de la UE, como sus vecinos España y Francia, antes de adoptar esas medidas, y en la medida que puedan adaptarlas o intentar limitar sus aspectos más lesivos.