España quiere alcanzar un consenso europeo para avanzar en la oficialidad del catalán en la UE
El último movimiento español ha consistido en priorizar el catalán frente al gallego y el euskera.
La Moncloa ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, en un intento de mantener el apoyo político de Junts per Catalunya y asegurar la continuidad del gobierno español.
Tras semanas de tensión, el gobierno español ha iniciado conversaciones bilaterales con el ejecutivo alemán, hasta ahora uno de los principales reacios a la iniciativa, para explorar vías de acuerdo.
La negociación ha estado marcada por una estrategia que combina compromisos diplomáticos y gestos simbólicos. Junts había condicionado su apoyo a la investidura a avances concretos sobre la lengua catalana, y cada discusión sobre la oficialidad se ha interpretado como un pequeño éxito para el partido independentista.
El catalán por encima del gallego o el euskera
El último movimiento español ha consistido en priorizar el catalán frente al gallego y al euskera en ciertas propuestas, y en comprometerse a financiar los gastos de interpretación y traducción, aunque algunos socios europeos consideran esta medida complicada de llevar a cabo legalmente.
Los gestos del gobierno español llegan en un contexto de negociaciones internas complejas, con Junts y ERC trabajando paralelamente en la ley de amnistía. Fuentes diplomáticas europeas han señalado que algunos estados ven estas acciones como “estrategia electoralista”, pero la Moncloa insiste en que son pasos necesarios para mantener el diálogo con los partidos catalanes y evitar bloqueos políticos internos.
Ahora, el foco está puesto en si Junts considerará suficientes los avances de la Moncloa en las próximas reuniones, o si volverá a poner en duda la colaboración con el gobierno español. La negociación con Alemania se ha convertido en una pieza clave para intentar superar resistencias y mantener al catalán en la trayectoria de oficialización dentro de la UE.