Una excursionista pide un equipo de rescate en los Pirineos porque tenía "frío en el pie"

Para los gendarmes, el caso es un ejemplo más de la inconsciencia con la que algunos visitantes abordan la montaña

Gendarmerie
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por el autor La Veu Lliure
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Publicado el Domingo, 23 Noviembre 2025 - 16:30

Los gendarmes del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) del Ariège recibieron un mensaje de emergencia enviado por una joven excursionista que se encontraba en la zona del refugio del Rulhe, sobre Aston, a casi 2.400 metros de altitud. El motivo del aviso: tenía frío en un pie. Los servicios de rescate, después de dos horas de intercambio de mensajes, decidieron finalmente no intervenir.

El mensaje fue enviado a través de un sistema de comunicación por satélite integrado en el teléfono móvil de la joven, una tecnología que permite alertar a los equipos de rescate en zonas sin cobertura.

De hecho, este mecanismo, que suele activarse en situaciones de caída o de verdadera emergencia, ha salvado numerosas vidas en la montaña.

Un protocolo complicado por la falta de contacto directo

Según France3, la alerta, recibida a las 17:30 h, indicaba las coordenadas GPS de la joven y apuntaba a un posible estado de hipotermia. Sin embargo, estos dispositivos no permiten comunicarse directamente con quien solicita ayuda.

"Los SMS de alerta llegan a plataformas situadas en Canadá, Estados Unidos o Europa. Nosotros recibimos después la información transmitida", explica el teniente Jean-Marc Galin, jefe del PGHM del Ariège.

Esta falta de contacto inmediato obliga a los gendarmes a pasar por la plataforma intermediaria, que envía mensajes vía satélite a los excursionistas. Un proceso lento y a menudo poco preciso.

Una falsa alarma que moviliza recursos innecesarios

Tras dos horas de intentos por aclarar la situación, los gendarmes descubrieron que la joven simplemente tenía frío en un pie. Ningún signo de hipotermia ni otro peligro real.

Al día siguiente, el teniente Galin encontró al grupo de tres excursionistas mientras descendían y les advirtió de la importancia de no activar este tipo de alertas por molestias menores. Los jóvenes habrían comprendido la gravedad del mal uso del dispositivo.

La falta de cultura de montaña, un problema creciente

Según el PGHM, este caso es un ejemplo más de la inconsciencia con la que algunos visitantes abordan la montaña.

"Cada vez nos encontramos con más gente que no tiene los códigos de la montaña. Lo ven como un simple terreno deportivo, a menudo sin información actualizada o sin el material necesario. Si acudimos a falsas alarmas como esta, podemos dejar de responder a una urgencia real", lamenta el teniente.

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