“Sin jóvenes andorranos que trabajen, Andorra debe recurrir a mano de obra extranjera”
Riccie Ponce alerta que la falta de participación laboral de los jóvenes andorranos obliga a recurrir a la inmigración

El presidente de la Asociación de Argentinos en Andorra, Riccie Ponce, ha advertido sobre una paradoja estructural del mercado laboral andorrano.
Según un informe europeo citado por Ponce, Andorra tiene uno de los porcentajes más altos de habitantes entre 17 y 25 años que ni estudian regularmente ni trabajan.
“No están en situación de pobreza ni de necesidad extrema; es decir, no producen económicamente a pesar de tener capacidad”, explicó Ponce.
Según los últimos datos de Estadística, el porcentaje al que se refiere Ponce indica que la población juvenil es la que sufre la tasa de desempleo más alta, con un 8,2% entre las personas de entre 15 y 24 años.
El presidente ha subrayado que esta situación se ve amplificada por la estructura económica del país. Muchos jóvenes provienen de familias acomodadas que les permiten estudiar durante más tiempo, dedicarse a actividades no remuneradas o vivir con sus padres sin necesidad de trabajar.
Esto, sumado al alto coste del alquiler y la discrepancia entre los salarios iniciales y los gastos de vida, hace que muchos andorranos de este grupo de edad opten por no incorporarse inmediatamente al mercado laboral.
“Aquí viene el pez que se muerde la cola: los empresarios necesitan mano de obra, pero no pueden cubrirla con la población local. Muchas veces, lo más fácil es estigmatizar a los extranjeros, y tenemos una doble responsabilidad que no lo es”, señaló Ponce.
Según el presidente de la asociación, esta situación hace que la inmigración laboral sea prácticamente imprescindible para cubrir sectores esenciales y garantizar la competitividad económica.
Ponce ha insistido en que, aunque los andorranos deseen recuperar un modelo laboral del pasado, cuando casi todos trabajaban independientemente de la edad, la realidad actual muestra una generación que puede permitirse no trabajar y que prefiere opciones más flexibles ante salarios bajos y costes elevados.