Los precios de la vivienda continúan siendo uno de los principales desafíos para los trabajadores temporeros en Andorra. Así lo refleja una entrevista difundida en el canal de TikTok Talent Match, en la que un temporero argentino relata las dificultades de acceso a un alojamiento asequible durante la temporada de verano.
El joven, que trabaja como camarero, explicó que percibe entre 1.400 y 1.500 euros mensuales, pero que debe destinar 850 euros al alquiler de una habitación compartida con su pareja. “Somos ocho personas viviendo en un piso con cuatro habitaciones. Es mucho, pero la sala es amplia”, comentó con resignación.
Aun así, reconoce que la situación es generalizada: “Tienen bastante caro los alquileres, o a nivel de proporción del sueldo. Pero bueno, más o menos, es lo que hay”.
El testimonio refleja una realidad que se repite entre muchos temporeros y trabajadores extranjeros que llegan al Principado para cubrir la demanda laboral en los sectores de hostelería y restauración.
Los alquileres elevados, combinados con sueldos ajustados y una oferta de vivienda limitada, se han convertido en un problema estructural que preocupa tanto a trabajadores como a la administración.