Los inversores franceses trasladan su interés inmobiliario hacia Andorra ante la falta de oferta ‘premium’ en la Costa Brava
Las compras off market se gestionan exclusivamente mediante contactos, confianza y redes profesionales
La demanda de viviendas “premium” en la Costa Brava supera ampliamente la oferta disponible y está impulsando una nueva tendencia en el sector inmobiliario: las operaciones off market, transacciones que no aparecen en portales ni canales públicos y que se mueven únicamente a través de contactos, confianza y redes profesionales. Una práctica que, según los expertos, también se está extendiendo a Andorra, donde empiezan a reproducirse las mismas dinámicas.
En la Costa Brava, las viviendas de alto nivel —a partir de los 500.000 euros— son cada vez más escasas. “Los bienes premium son muy demandados y cada vez más difíciles de encontrar”, explica Natasha Maitre, inversora inmobiliaria con dos décadas de experiencia en la zona. Según señala, los compradores potenciales —mayoritariamente franceses— buscan viviendas cerca de la playa, con terrazas soleadas y sin necesidad de grandes reformas.
Los inmuebles renovados, especialmente en áreas privilegiadas como S’Agaró, Begur o Llafranc, pueden incluso cambiar de manos sin llegar a publicarse en los portales inmobiliarios. El denominado “triángulo de oro” —de Pals a La Bisbal d’Empordà hasta Calella de Palafrugell— continúa siendo uno de los enclaves más codiciados del litoral catalán.
El fenómeno llega a Andorra
Maitre asegura que se están reproduciendo exactamente las mismas dinámicas en Andorra, país en el que la profesional también se ha implantado recientemente. La presión de la demanda y la escasez de oferta de calidad han provocado que muchas propiedades a partir de 300.000 euros también se gestionen de manera confidencial. “Todo funciona a través del boca a boca. Para acceder a determinadas oportunidades hay que estar bien conectado con agentes locales”, remarca.
En el caso de Andorra, los intereses de los compradores —de nuevo, en su mayoría franceses— son diferentes a los de la Costa Brava: aquí la prioridad no es la playa, sino el acceso inmediato a los servicios y al entorno de alta montaña.
“Quieren poder llegar caminando al telecabina o al telesilla, disponer de aparcamiento y de comodidades para guardar el material de esquí. La comodidad en el día a día pesa más que la proximidad al centro”, explica Maitre. Además del uso como segunda residencia, muchos compradores ven Andorra también como una oportunidad para el alquiler turístico o de temporada.
Legislación y fiscalidad: la clave para evitar sorpresas
La cazadora inmobiliaria advierte que comprar una propiedad en el extranjero implica conocer bien la legislación vigente. En España, las normativas sobre alquiler turístico y residencial cambian con frecuencia y pueden variar entre comunidades autónomas o incluso entre municipios. “Por eso es fundamental estar bien asesorado y conocer las leyes locales antes de comprar”, señala Maitre.
Según apunta el artículo, el atractivo fiscal es uno de los puntos fuertes, pero también exige conocer los procesos administrativos y “las obligaciones de los propietarios extranjeros”.
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