Concòrdia reclama una reducción de las cuotas de inmigración para frenar la tensión social
Para Concòrdia, la situación actual provoca una alta tensión en varios ámbitos

La Ejecutiva de Concòrdia ha solicitado al Gobierno una acción inmediata para moderar las cuotas migratorias y controlar el rápido crecimiento demográfico del país. Según la formación, el actual sistema de cuotas semestral y fragmentado no permite una planificación a largo plazo adecuada y falla a la hora de coordinarse con el sector privado para equilibrar la oferta económica y los recursos humanos disponibles.
Para Concòrdia, la situación actual provoca una alta tensión en varios ámbitos: el mercado de la vivienda, la movilidad urbana, los servicios sanitarios y educativos, y también pone en riesgo el mantenimiento de la identidad y la cohesión social del Principado. La formación recuerda que la calidad de vida no debería quedar subordinada a un crecimiento poblacional descontrolado.
Como medida complementaria, el Grupo Parlamentario de Concòrdia propone la creación de una mesa nacional tripartita, con representación del Gobierno, el Consell General y los comunes, con capacidad decisoria real. Esta instancia tendría el objetivo de establecer las bases del modelo demográfico y urbanístico de Andorra a largo plazo.
El conseller general Pol Bartolomé ha formalizado estas demandas a través de una pregunta parlamentaria tras el rápido agotamiento de los permisos de trabajo y residencia de la cuota temporal de este verano, así como de las demandas del sector turístico, especialmente de la hostelería y la restauración.
Bartolomé ha preguntado al Gobierno qué medidas prevé hasta el final de la legislatura para garantizar que el crecimiento poblacional sea sostenible y digerible, teniendo en cuenta los recursos limitados y el espacio del país. También ha instado al Ejecutivo a confirmar si se mantendrá la reducción del 30% de las cuotas de inmigración aplicada el año pasado en la apertura de la cuota general prevista para octubre.
Concòrdia recuerda que la población residente en Andorra ha crecido un 21% en la última década, un ritmo sin precedentes en el contexto europeo, y que el país aún depende mayoritariamente de sectores económicos que requieren mano de obra extranjera, sin haber impulsado suficientemente sectores de alto valor añadido. Según la formación, solo con un diálogo estructurado y medidas planificadas se podrá afrontar este crecimiento sin comprometer la cohesión social y la calidad de vida de los residentes.