“Nadie va contra el catalán; lo que discutimos es una ley que se ha vuelto más rígida de lo que el país puede soportar”

Montaner afirma que la radicalización del debate lingüístico ha desconectado a una parte de la ciudadanía de la realidad empresarial

Calsina
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por el autor La Veu Lliure
3 minutos de lectura
Publicado el Sábado, 15 Noviembre 2025 - 23:10

Andorra Endavant afirma ser objeto de una campaña sucia y absolutamente injusta que, según denuncian, pretende presentarlos ante la opinión pública como una formación “anticatalana”. 

Diversos sectores económicos y voces cercanas al partido apuntan que esta narrativa responde a una lectura “simplista y manipulada” de su posicionamiento sobre la Ley de Uso de la Lengua Oficial.

Según estas fuentes, ciertos grupos del catalanismo más militante han asumido un discurso “más papista que el papa”, y acusan a Andorra Endavant de querer debilitar el catalán. Pero desde el partido insisten:

“Nadie va contra el catalán; lo que discutimos es una ley que se ha vuelto más rígida de lo que el país puede soportar, y que está generando problemas reales a empresas y autónomos”.

Voces del sector privado: “La ley está asfixiando actividades esenciales”

Empresarios y profesionales afectados por la normativa actual aseguran que la situación se ha vuelto insostenible. En declaraciones a La Veu Lliure, Carine Montaner afirma que la radicalización del debate lingüístico ha desconectado a una parte de la ciudadanía de la realidad empresarial:

“Es paradójico. Sectores del catalanismo que sufrieron persecución lingüística ahora no toleran la convivencia natural de otros idiomas. El catalán se debe proteger, sí, pero no a costa de paralizar la economía ni de señalar como sospechoso a quien habla otras lenguas”.

Andorra Endavant subraya que Andorra es un país “cosmopolita, plural y construido sobre la diversidad”, y que las medidas más estrictas de la ley no reflejan esta identidad. Entre los ejemplos que exponen está la absurdidad de que “andorranos nacidos y escolarizados aquí” tengan que presentar un B2 de catalán para abrir laboratorios o determinados negocios, a pesar de hablar catalán desde pequeños.

“No somos los malos de la película”

Desde Andorra Endavant lamentan que su mensaje se esté distorsionando deliberadamente. Afirman que defienden el catalán como lengua oficial y como elemento identitario, pero que también quieren preservar la viabilidad económica y la capacidad del país de atraer talento e inversión.

“Este discurso idealista de ‘defender el catalán en todas partes’ sin mirar la realidad empresarial nos hace quedar como los malos de la película. Pero solo estamos diciendo lo que muchas empresas no se atreven a decir”.

El partido reclama que los sectores afectados den “un paso adelante” y expliquen públicamente las dificultades que están sufriendo. Consideran que “hace falta coraje” para romper el miedo a ser señalados como contrarios al catalán.

Flexibilizar no es renunciar

La posición del partido se resume en un concepto: flexibilizar no es renunciar. Según explican, adaptar la ley a la realidad social y económica de Andorra no significa poner en riesgo la lengua, sino garantizar que las empresas puedan funcionar, que los servicios esenciales no se colapsen y que el país mantenga su competitividad.

“Andorra no puede permitir que un purismo lingüístico frene la actividad económica. El catalán se debe proteger, pero con inteligencia y sin criminalizar otros idiomas que forman parte de nuestro día a día”, concluye Carine.

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