Si Andorra se echa atrás con la UE una vez que el Acuerdo esté aplicado provisionalmente podría perder el Acuerdo Aduanero
El Acuerdo entraría en vigor provisionalmente con la firma del Gobierno y el depósito de la ratificación de San Marino

El Govern de Andorra está preparado para firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, mientras que San Marino completará la ratificación. Según fuentes cercanas al proceso, San Marino no considera necesario convocar un referéndum, lo que agilizaría la entrada en vigor provisional del acuerdo.
En principio, el acuerdo entraría en vigor de manera provisional incluso antes de completarse todo el proceso de ratificación. Esta aplicación solo podría evitarse si Andorra enviara una comunicación formal a la Unión Europea indicando que no quiere que se aplique provisionalmente, tal como se indica en el artículo 112.2 del Acuerdo. Hasta ahora, esta carta no se ha remitido, aunque la consejera general Carine Montaner, de Andorra Endavant, ha solicitado al Consejo General que el Gobierno la haga llegar en varias ocasiones.
El propio Landry Riba afirmó el pasado junio que “sin referéndum no habrá aplicación provisional”. El secretario de Estado explicó que el artículo 112 del Acuerdo prevé la aplicación provisional solo si una de las partes (Andorra, San Marino o la UE) ya la ha ratificado, y si alguna otra no está en capacidad de hacerlo inmediatamente.
El Acuerdo de Asociación con la Unión Europea entraría en vigor provisionalmente una vez firmado por el Gobierno de Andorra y depositado el documento de ratificación por parte de San Marino. Esta entrada en vigor provisional permitiría comenzar a aplicar los acuerdos establecidos, aunque la naturaleza jurídica definitiva —mixta o no— aún esté pendiente de resolución. La ratificación de los 19 consejeros en el Consejo General constituye el último paso para que el Acuerdo entre en vigor definitivamente, asegurando su plena validez legal y los efectos sobre el Acuerdo Aduanero. Este mecanismo, de acuerdo con la normativa internacional, garantiza que Andorra no pueda retractarse una vez iniciada la aplicación provisional sin perder los beneficios derivados del Acuerdo.
Naturaleza jurídica y calendario previsto
El secretario de Estado para las Relaciones con la Unión Europea, Landry Riba, afirmó este martes, en el marco de la Jornada de conferencias sobre los 35 años de relaciones entre Andorra y la UE, que los trabajos para el acuerdo se encuentran en una fase decisiva.
Según Riba, se prevé que este octubre se conozca la naturaleza jurídica del acuerdo: si es mixto, deberá ser ratificado por los parlamentos de todos los Estados miembros; si no lo es, solo necesitaría la aprobación por unanimidad del Consejo de la Unión Europea, la firma del texto entre Comisión Europea, San Marino y Andorra, la ratificación del Parlamento Europeo y, finalmente, el referéndum, que según Riba podría tener lugar durante el segundo semestre de 2026.
Riba destacó que la intensificación de reuniones del grupo EFTA durante septiembre y octubre es un indicador positivo, y que la resolución del último debate —la naturaleza jurídica del acuerdo— podría desbloquear rápidamente el proceso, ya que otros asuntos, como los servicios financieros, ya se han resuelto.
Presión internacional y críticas de Alemania
La presión internacional sobre la naturaleza jurídica del Acuerdo aumenta con las declaraciones de la AfD, la segunda fuerza política del Bundestag alemán. Según los eurodiputados Markus Buchheit y Alexander Sell, el Acuerdo de Asociación con Andorra plantea un desequilibrio significativo, ya que ofrece al Principado un acceso amplio al mercado interior europeo sin exigir las mismas obligaciones fiscales y regulatorias que a los Estados miembros.
Ante la posibilidad de que la Comisión Europea mantenga su interpretación de que el acuerdo no es mixto y, por lo tanto, no necesita ratificación nacional, la AfD ha amenazado con llevar el caso al Tribunal Constitucional alemán. El partido argumenta que evitar el trámite parlamentario sería un “claro ejemplo de déficit democrático” y podría establecer un precedente peligroso en la relación de la UE con microestados, generando tensiones sobre la justicia fiscal y regulatoria.
Riesgos de la aplicación provisional
La aprobación provisional del Acuerdo a finales de año plantea un dilema crítico: si se aplica de inmediato, el Acuerdo de Asociación entrará en vigor aunque su naturaleza jurídica definitiva —mixta o no— aún no se haya resuelto completamente. Esto significa que, incluso en el caso de que finalmente sea considerado mixto y requiera la ratificación de los parlamentos nacionales, el texto podría ya estar vigente, poniendo en riesgo el futuro Acuerdo Aduanero. En este escenario, el referéndum en Andorra solo podría celebrarse una vez cada parlamento haya concluido sus trámites, aunque el acuerdo provisional ya tendría efectos, generando una situación jurídica compleja y con posibles repercusiones sobre la soberanía comercial.